
claude théberge
EL SILENCIO DEL POETA
Tu silencio refrenda el amor. Oírte decir – ¡Te amo! No me sonaría tan claro. Tu silencio que llega en estos rayos negros. Mirada de flechas que trae en olas una sinfonía de Vivaldi.
Es la primavera siempre, aun sin oír - ¡Te amo!
No se movieron sus labios, apenas tu mirada y alma.
Me amas cuando te callas, Y no estás ausente como en el poema de Neruda. Cuando te callas, todo en ti es un grito de sol, pues tienes alma incendiada y tienes dentro del corazón este amor que se quiere callado, pero que emana, en cada mirada, en invierno, otoño Y primavera cálida.
¡Brilla! Siempre como una luz y siempre, siempre, siempre, fue apenas y tan sólo tu alma susurrando – ¡Te amo! – a mi alma.
Bárbara Lia